Es la dificultad o imposibilidad para la retracción de la piel prepucial, esto es, de la piel que recubre el extremo del pene o glande. No debe confundirse con la presencia de adherencias balanoprepuciales (entre la piel del prepucio y el glande del pene) que son muy frecuentes en niños y que son independientes de la presencia o ausencia de fimosis.
La fimosis supone un problema tanto funcional (imposibilidad para mantener una relación sexual satisfactoria) como, fundamentalmente en los niños, de higiene. La ausencia de limpieza del pene provoca el acúmulo entre la piel y el glande de una secrección fisiológica que se denomina esmegma y que con frecuencia se sobreinfecta dando lugar a las balanitis: infecciones locales dolorosas y con frecuencia con presencia de pus.