La impotencia o disfunción eréctil es una enfermedad muy frecuente que puede afectar las relaciones de quien la padece con su pareja, con la familia, así como con el entorno laboral y social. Existen una serie de factores de riesgo que pueden favorecer la impotencia ó disfunción eréctil: diabetes, hipertensión arterial, consumo de tabaco y alcohol, niveles altos de colesterol, toma de determinados fármacos y depresión.